La higiene personal y la limpieza en la cocina son fundamentales para mantener a raya a los gérmenes responsables de la intoxicaciones alimentarias. Un estudio en 20 cocinas revela que hay bacterias en exceso, y que los puntos críticos son las encimeras y las tablas de cortar.
¿Superaría tu cocina una inspección sanitaria?
+¿Usas el mismo paño para secar cacharros, sus manos o limpiar alguna mancha?
+¿Tus bayetas solo de vez en cuando ven el jabón?
+¿Limpias habitualmente la encimera con una bayeta, de una sola pasada?
+Cuando abres un paquete de harina o arroz, ¿lo dejas sin tapar hasta el siguiente uso?
+El bote de mayonesa empezado, ¿se queda en la nevera durante meses?
+¿Sueles dejar los platos cocinados fuera de la nevera de un día para otro?
+¿Descongelas los alimentos dejándolos a temperatura ambiente?
Si has respondido que sí a alguna de estas preguntas, algún día puedes sufrir una intoxicación alimentaria. La solución no es tener una cocina estéril ni estar todo el día con el bote de lejía en la mano: la cocina no es un quirófano. Pero viene bien saber qué hacemos mal o regular y cómo mejorar para no jugarnos la salud.