¿Sabes cuáles son sus pros y sus contras?
Las mantas eléctricas o térmicas son pequeños electrodomésticos consistentes en una manta con un calefactor eléctrico en su interior. Son una estupenda opción para aliviar ciertos dolores localizados desde el confort de tu cama o sofá, pero para aprovechar sus beneficios, es necesario saber cuándo y cómo se deben utilizar.
Sus beneficios son:
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Disminución del dolor
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Reducción de la acumulación de líquidos en un área concreta
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Aumento del flujo sanguíneo favoreciendo la curación
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Relajación de músculos, tendones y cartílagos
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Ablandamiento y desinflamación articulaciones
Sus riesgos son:
Cuando aplicamos calor, los vasos sanguíneos de la zona se dilatan, alimentando una inflamación ya existente y pudiendo aumentar el dolor.
Tener especial cuidado las personas con insuficiencia circulatoria, que estén tomando anticoagulantes o que estén embarazadas. En estos casos, un sobrecalentamiento del cuerpo puede ser peligroso
El calor se recomienda para lesiones más crónicas (más de 3-4 días de duración), tendinitis crónicas, lesiones musculares prolongadas, agujetas severas, contracturas y espasmos musculares, y rigidez articular.
La manta eléctrica siempre debe usarse sobre piel seca, evitando aplicar previamente cremas o sprays, asi reduciremos de forma significativa el riesgo de sufrir quemaduras.
No se debe usar cuando la tela esté quemada, el cable roto o cuando desprenda un olor anormal; estos son signos de deterioro y podrían también afectar a la seguridad del dispositivo.
Tampoco hay que doblarla, colocarla bajo las sábanas o mantas, usarla junto a ropa mojada o combinándola con bolsas de agua caliente.
La manta eléctrica, para beneficiarse de ella, basta con usarla entre 10 y 20 minutos. No se recomienda su uso continuado más allá de los 30 minutos. Si quieres maximizar su efecto, puedes utilizarla varias veces al día, pero nunca superando la media hora en cada uso.
¿CÓMO UTILIZAR LA MANTA ELÉCTRICA?
Cuando estamos sufriendo un dolor localizado, utilizar una manta eléctrica para aliviarlo es una excelente opción, siempre que se use por cortos períodos de tiempo (de aproximadamente 15 minutos), en un lugar confortable y en contacto directo con la piel. Asegúrate de usar siempre mantas eléctricas de excelente calidad, cuyos materiales sean amables con tu piel, resistentes y seguros. Cuida también el cable con especial atención ya que, si se deteriora, la manta puede estropearse y, sobre todo, puede haber problemas de seguridad.